14 DE septiembre DE 2022
Ricardo Migueláñez. @Rmiguelanez
El Centro Común de Investigación (CCI/JRC) de la Comisión Europea publicó el pasado 9 de septiembre los resultados de cuatro estudios científicos relacionados con la información alimentaria a los consumidores, por ejemplo, la que se pone en el etiquetado para ayudarles a elegir los alimentos más saludables y sostenibles con el medio ambiente.
La Comisión Europea pretende utilizar las conclusiones de estos estudios como información para elaborar una propuesta de revisión de las normas de la UE sobre la información proporcionada a los consumidores como parte de la Estrategia de la UE "De la granja a la mesa" y el Plan europeo de Lucha contra el Cáncer.
El CCI/JRC llevó a cabo cuatro estudios científicos para sintetizar las pruebas actuales sobre el etiquetado nutricional en la parte delantera del envase, por un lado; sobre el etiquetado de origen, por otro, así como la información alimentaria a través de otros medios distintos de las etiquetas, y para analizar lo que está ya presente en el mercado en la actualidad en lo que respecta al etiquetado de bebidas alcohólicas.
Con relación al etiquetado nutricional frontal en el paquete o envase, se concluyó que se trata de una de las herramientas que respaldan la prevención de enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta alimenticia, tales como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes o el cáncer.
Según las normas actuales de la UE, la provisión de información nutricional en la parte frontal del envase es posible ya de forma voluntaria y, a este respecto, se ha desarrollado ya una variedad de esquemas voluntarios públicos y privados de etiquetado nutricional en la parte frontal del paquete que, actualmente, se utilizan en diferentes grados en los Estados miembros, como es el caso del Nutri-score.
En este sentido, la Comisión Europea ha anunciado, tanto en su Estrategia de la granja a la mesa, como en el Plan europeo de Lucha contra el Cáncer, una propuesta para el etiquetado nutricional obligatorio –que no ya sería voluntario- y armonizado en la parte delantera del envase en todos los Estados miembros de la UE.
En concreto, el estudio del CCI/JRC sobre el etiquetado nutricional en la parte delantera del envase mostró que los consumidores generalmente valoran las etiquetas nutricionales en la parte frontal del paquete como una forma rápida y fácil de adquirir información nutricional en el mismo momento de tomar decisiones de compra.
Por otra parte, las etiquetas menos complejas requieren menos atención y tiempo para que los consumidores las procesen.
En tercer lugar, por lo general, los consumidores, incluidos aquellos con ingresos más bajos, parecen preferir etiquetas sencillas, coloridas y evaluativas en la parte delantera del paquete, que se entienden más fácilmente, que unas etiquetas monocromáticas, más complejas y no evaluativas.
El estudio considera también que las etiquetas nutricionales en el frente del paquete pueden guiar a los consumidores hacia dietas más saludables y parecen proporcionar también incentivos a las empresas alimentarias para mejorar la calidad nutricional de sus productos, por ejemplo, avisando sobre la reducción de la sal o de los azúcares añadidos.
Informe completo del CCI sobre los resultados de este estudio en [EN] “ Esquemas de etiquetado nutricional en el frente del paquete: una actualización de la evidencia.
Etiquetado de bebidas alcohólicas
Según el Reglamento sobre Información Alimentaria al Consumidor (FIC), las bebidas alcohólicas que contengan más de 1,2 % de alcohol por volumen están exentas de la obligación de mostrar una lista de ingredientes y una declaración nutricional en la etiqueta del producto. No obstante, los operadores comerciales pueden proporcionarlos de forma voluntaria.
A este respecto, el estudio del JRC descubrió que, en la UE-27, la industria de las bebidas alcohólicas ha asumido la posibilidad de prever de forma voluntaria los ingredientes e información nutricional en las etiquetas de las bebidas alcohólicas. No obstante, existen disparidades en la frecuencia y el contenido de la información entre los distintos subsectores de bebidas alcohólica y entre países.
En segundo término, dicho análisis concluye también que la industria cervecera se destaca entre el sector de bebidas alcohólicas, con información de ingredientes. La mayoría (aproximadamente un 90%) de las cervezas que se venden en el mercado informan de los ingredientes y también de la información energética, aunque en menor medida (aproximadamente de 25 a 50% del total de los productos cerveceros comercializados).
Por su parte las sidras y otros productos similares 'listos para beber' tienen información comparable en toda la UE. Aproximadamente la mitad de los productos contienen información sobre los ingredientes y hasta el 40 % del total llevan también información sobre el contenido de energía.
Otro de los resultados de este estudio es que la información sobre ingredientes o energía se encuentra con menos frecuencia en las bebidas espirituosas y muy raramente en los productos vitivinícolas.
Por otro lado, los atributos de la etiqueta que redirigen a los consumidores a ingredientes e información nutricional, no incluidos en la etiqueta, son por ahora poco comunes.
Informe completo del CCI en [EN] “Provisión de información completa sobre ingredientes, energía y nutrición en bebidas alcohólicas."
Información alimentaria por otros medios
Los científicos del JRC realizaron una revisión de la literatura sobre fuentes alternativas de información alimentaria disponibles en el mercado, además de en las etiquetas de los envases.
En concreto, analizaron cómo los consumidores usan, entienden y se ven influenciados por estas fuentes alternativas de información, que incluye los medios digitales.
Entre las conclusiones generales, el Centro Común de Investigación destaca que los medios que brindan acceso directo a la información alimentaria en el mercado, como las etiquetas de los menús, las etiquetas de los estantes y carteles en los puntos de venta, pueden ser eficaces para alentar a los consumidores a adoptar conductas y comportamientos saludables, en comparación con los medios online, que requieren herramientas externas para acceder a la información, como códigos QR o enlaces a sitios web.
Si no se proporciona en el envase de los alimentos, la información alimentaria debe ser directamente visible en el mercado para que ésta pueda influir en los consumidores, señala el CCI y, en este sentido, se considera que es necesario realizar más investigaciones para poder comparar el suministro de información alimentaria a través de las etiquetas y la que se lleva cabo por medios digitales.
Informe completo del CCI en [EN] “Revisión de la literatura sobre medios de suministro de información alimentaria distintos de las etiquetas de los envases”
Etiquetado de origen
Los científicos del JRC revisaron también la literatura existente sobre el impacto de la información sobre el origen de los productos alimenticios en las decisiones de compra y el consumo. Al respecto, analizaron cómo y por qué los consumidores usan, entienden y se ven influenciados por la información sobre el origen, llegando a las siguientes conclusiones:
Por un lado, detectaron que la información sobre el país de origen y el lugar o región de origen tiene una influencia sustancial en la elección de alimentos de los consumidores.
Y, en este sentido, los consumidores dan importancia a la información de origen como una señal para productos de buena calidad y respetuosos con el medio ambiente y, en promedio, les gusta apoyar a sus agricultores y a las industrias alimentarias locales o nacionales.
En las encuestas, los consumidores informan que dan importancia a la información sobre el origen. Sin embargo, cuando realmente compran, pueden centrarse menos en ese tipo de información de lo que les gustaría, debido a la escasez de tiempo para realizar la compra, al atractivo de las marcas, etcétera.
Informe completo del CCI en [EN] “Comprensión del consumidor sobre el etiquetado de origen en los envases de alimentos y su impacto en la evaluación y elección de productos de consumo: una revisión sistemática de la literatura.”
Estudios y contexto político
Los hallazgos de estos estudios servirán de base y se incorporarán a la formulación de políticas de información alimentaria actual y futura, y están contribuyendo notablemente, según el CCI, junto con otros factores, a la formulación de evidencias que informan sobre la evaluación del impacto para la revisión en curso, antes de finales del presente 2022, del Reglamento UE n.º 1169/2011 sobre información alimentaria para los consumidores.
Las conclusiones de tales estudios también respaldarán el trabajo preparatorio para la próxima propuesta de la Comisión Europea sobre un marco legislativo para Sistemas Alimentarios Sostenibles (FSFS) y para la creación de un marco de etiquetado de sostenibilidad que informe de los aspectos nutricionales, climáticos, ambientales y sociales de los productos alimenticios .
Revisión de Nutri-score
Por otro lado, el algoritmo del sistema Nutri-score se revisará de aquí a finales de año, tras adoptarse recientemente un informe de un Comité Científico Internacional a finales de julio. Los seis países comunitarios miembros de la gobernanza de este sistema (Francia, Bélgica, Alemania, Luxemburgo, Países Bajos, España), junto a Suiza, demandaron a los expertos de dicho Comité que presentaran sus propuestas de revisión.
Entre los cambios que podrían salir adelante está la carne roja, que contará con una norma específica para discriminarla, por ejemplo, con la de ave, siguiendo las recomendaciones nutricionales que aconsejan limitar su consumo
En cambio, los quesos no parecen que vayan a contar con una normativa particular, a pesar de que lo que pedían como mínimo, y a falta de quedar exentos de una calificación obligatoria, los productores y fabricantes de lácteos. Aún así, algunos quesos de pasta dura, como el Emmental, con cantidades limitadas de sal, podrían tener una nota más favorable en el Nutri-score que otros tipos de lácteos.
Lo que parece claro es que los productos que cuenten con un elevado contenido de azúcar o de sal tendrán una calificación más severa en este sistema, para distinguirlos de sus variantes sin azúcar o con sal muy limitada.
Se desconoce, por ahora, si en esta revisión el aceite de oliva o los productos curados o semi-curados de carnes blancas (porcino, aves…) mejorarán o no su calificación. En los últimos tiempos, el Gobierno español (con excepción del ministro de Consumo, Alberto Garzón) ha declinado pronunciarse oficialmente sobre este sistema, a la espera de ver si sale adelante una propuesta comunitaria, que podría ser de obligado cumplimiento.
Italia, en cambio, a través de la Autoridad de Competencia y los Mercados (AGCM) mostró su apoyo a la principal organización agraria del país transalpino (ConfAgricoltura) y obligó a tres empresas foráneas, entre ellas la multinacional francesa de la distribución, Carrefour, a retirar el sello de Nutri-score de los productos comercializados allí, sobre todos los que cuentan con una indicación de calidad (DOP, IGP, ETG…) y los productos tradicionales de la gastronomía italiana (charcutería, quesos, aceite de oliva…) al no ser obligatorio en la UE y considerarlo arbitrario y potencialmente engañoso para el consumidor.
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