Julia Tapia. Periodista
A pocos kilómetros de Madrid, la Villa de Pedraza es el perfecto lugar para pasar un fin de semana de turismo rural y la Hospedería de Santo Domingo un edificio, que combinando elementos tradicionales con otros modernos, está totalmente integrado en esta villa medieval y hacen al viajero pasar una estancia perfecta.
Localizada en el corazón de lo que un día fue el barrio judío, la Hospedería de Santo Domingo data de finales del siglo XVII. Aunque en un primer momento esta casa tuvo un uso religioso, actualmente es una de las mejores hospederías que los visitantes pueden encontrar en la villa de Pedraza.
Esta hospedería se halla en un importante enclave histórico, porque junto a este edificio está la casa de la Inquisición (actual Hostería Pintor Zuloaga) y la iglesia de Santo Domingo, que actualmente está en reconstrucción. Además, la parte trasera del edificio da con un sencillo jardín, acotado al frente por la muralla de Pedraza, que formó parte del paseo de ronda que existió desde la Puerta de la Villa al Castillo hasta finales del siglo XVII cuando las autoridades locales permitieron el cerramiento lateral de las fincas que daban a la muralla.
Desde el jardín, sus huéspedes pueden disfrutar de las hermosas vistas del monte de Las Tongueras, de las ruinas de la iglesia de San Miguel o del acueducto medieval de Pedraza.
Más que un hotel
La Hospedería de Santo Domingo, con más de tres siglos de antigüedad, cuenta en sus instalaciones con diecisiete habitaciones, de las cuales catorce son dobles, una minisuite y dos suites. Además, cuenta con espacios comunes como el jardín que destaca por sus vistas o el comedor, lugar en el que los visitantes pueden degustar los mejores productos de la zona.
También es un lugar idóneo para eventos empresariales ya que dispone de sala de reuniones con luz natural y una capacidad para veintidós personas.
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