Lambrusco, "una verdadera historia de amor en Módena"

El vino lambrusco es un vino popular, de consumo fácil  y gran demanda social en la actualidad. Surge referenciado por una gastronomía (la italiana) que goza de una amplia popularidad, y es en las estanterías de las pizzerías donde comienza a comercializarse, como un (sub) producto vinícola cuya principal característica es curiosamente su mayor carencia, convirtiéndose como muchos lo califican, "el vino de quien no le gustan el vino".

Si hay algo de lo que se sienten orgullosos los habitantes de esta región es de los productos que ofrece su viña: el Vinagre de Módena y el vino Lambrusco. Tradicionalmente ha estado muy unido al territorio, influido por la pasión y el empeño de las marcas productoras en conservar el método tradicional de elaboración junto con las más modernas tecnologías.

Módena y Lambrusco: un binomio perfecto

El panorama agrícola del territorio de esta provincia italiana se caracteriza por una importante presencia de viñas, lo que evidencia el papel fundamental de la viticultura en su economía. "Modena" y "Lambrusco" representan un "matrimonio" indisoluble, tanto por la posibilidad de combinarlo con los platos típicos de su cocina (tortellini y embutidos), como por la tradición consolidada de la conversión uva-vino para la producción de vinos espumosos.

Los diferentes lambruscos de Emilia Romaña, especialmente los de Módena, son vinos modernos, con unas marcadas características organolépticas, alegres, dulces y moderadamente alcohólicos, en los que hay que destacar su condición de "espumoso".

Son caldos apacibles e intensos en nariz, mostrándose  afrutados placenteros, versátiles y generosos en boca al mezclarlos con la comida.